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jueves, 6 de julio de 2023

FUNDAMENTOS DEL ARTE

 El autor Herbert Read, sostiene la tesis de que el Arte cumple una función en el desarrollo de la Conciencia Humana. Así se plantea ¿cuál es el sentido del Arte? y concluye que éste no surgiría a menos que hubiera algún propósito en su surgimiento o desarrollo, algún deseo inconsciente que lo impulsara. Y en un pequeño viaje por la historia refiere que el Arte es la clave de la  supervivencia. En principio, el hombre paleolítico usaba su imaginación, en cambio en el hombre del neolítico comienza a vislumbrarse un proceso abstractivo, donde la forma es el producto de un esfuerzo constructivo y el símbolo adquiere una significación estética.
En relación a la composición dice que éste halla su manifestación a través de dos principios básicos, el primero sería la simetría, el cual consistiría en la captación de una conciencia estética del equilibrio. Este equilibrio estaría presente tanto en el arte geométrico como en el arte figurativo. El segundo principio, sería el de la belleza, el “to kalom” de los griegos (READ, H. IMAGEN e IDEA. La función del arte en el desarrollo de la conciencia humana. Editorial FONDO DE CULTURA ECONÓMICA. 1957 MÉXICO)
Finalmente respecto de los símbolos, entiende que éstos surgen para representar nuevos aspectos de la realidad, surgen de la noción de lo numinoso (o conciencia estética del espacio). Sobre la base de una actividad simbólica y del pensamiento intuitivo en general se hace posible una estructuración representativa del espacio -el espacio abstracto- (Ob. cit. Cap.III Los símbolos de lo desconocido. p.83). Y con el oficio de la construcción aparece una conciencia del espacio como tal.
Sin considerar adherirme in totum a la posición planteada por Read, sí comparto la opinión de que existe una estrecha conexión entre el Arte y el desarrollo de la Conciencia Humana, de la conciencia del Hombre. La personalidad de cada ser humano hace que este viva de acuerdo a determinados principios y valores, a sistemas de creencias, los cuales podrán provenir del ámbito familiar, social o político con el cual se vincule o establezca lazos de referencia y/o pertenencia.
En este sentido, cuando decide expresarse de manera plástica, todo su acervo cultural y social estará influyendo en su accionar, siendo su producto una combinación de todo su sentir y su pensar, su filosofía de vida.
En lo que atañe a mi búsqueda personal, en principio hacia la integralidad del ser y lograr la armonía interior, la expresión plástica no fue quedando fuera, sino todo lo contrario. Y como dije al comienzo, hice una retrospectiva de lo que había hecho y pude notar no una secuencia, pero sí algo común que los unía. Estas cuentas aisladas, pudieron unirse en base a un mismo hilo conductor. Hilo que permitió que germinara en mi interior la idea de poder expresar plásticamente qué era lo que entendía como esencial para representar la energía vital oculta que nos imprime, utilizando para ello las líneas, las formas y colores sin perder la armonía y el equilibrio en la composición.  
En segundo lugar, y al observar el entorno, descubrir que en el mismo, el ser humano ha establecido también esa esencia vital, esas armonías y equilibrios internos. Nuestros antecesores -y desde el comienzo de la Humanidad- han registrado el hábitat en que se movía tanto en las cavernas como luego con la formación de los burgos, siguiendo patrones arquitectónicos, escultóricos y pictóricos propios de cada época, pero siempre de la misma fuente, su propio ser.
No siendo ajena a esa influencia, me interesó descubrir en mi ciudad a través de su edificación, sus parques y plazas, sus monumentos y demás, esa armonía y equilibrio que, siempre y desde el inicio, el ser humano buscó y plasmó.
Descubrí que estaba en todos lados, no fue en base a una “deriva” deliberada, sino en esas mañanas en las que concurría al trabajo, y entre parada y parada del ómnibus comencé a notar en los frentes de algunas casas “decoraciones”, pero que luego las identifiqué como símbolos…. No importa ahora su significado, sino el hecho de que había más cosas por descubrir.
Luego decidí registrar fotográficamente las diferentes escenas del entorno citadino, que en principio me habían llamado la atención. Así pude constatar, que efectivamente un abundante simbolismo nos rodeaba, y la mayoría de las veces no éramos conscientes de ello.
Lo segundo que llamó mi atención fueron las estructuras básicas no sólo de las edificaciones, sino de las plazas y monumentos, como esas líneas, ángulos, figuras geométricas, que habían estado presentes en toda la historia -incluyendo la prehistoria y la protohistoria- seguían conformando nuestro entorno. Más allá del simbolismo, había un plus por considerar y era precisamente la geometría.
La geometría ordena, sostiene, marca presencia. Por algo, en la Academia de Platón -y que fuera fundada en el año 387 AC- a la entrada había una frase grabada que decía: “No entre nadie que no conozca la geometría”. Y Pitágoras antes que Platón (598-475 AC), también dio preeminencia al estudio de las matemáticas y en especial a la geometría. 
Lo expresado precedentemente, me llevó a hallar esa esencia escondida, esas formas disimuladas a la vista y a modo de puzle, pero que contenían per se lo básico para cualquier creación. Sea esta de la naturaleza que fuere, tanto en el plano como en el espacio.
Vale decir que; más allá de su simbología, de lo abstracto, de lo concreto, de la desaparición total del objeto, está la búsqueda de esa esencia que lo sostiene, que hace que exista, que respire….. poder plasmar “esa línea” o “ese ángulo” que le da vida. De igual modo, el color como vibración, le da energía. Captar la “esencia vital” del objeto es como penetrar en lo profundo del ser. 

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